A veces la vida es caprichosa y cuando estás a punto de abdicar, de desfallecer, aparecen amores a primera vista. Alguien que no pregunta. Que sin conocerte te sonríe con los ojos y te recibe con los brazos abiertos y una cesta gigante llena de pan recién hecho…¡Ah, qué tendrá el olor de pan recién hecho!
Eso es lo que yo viví cuando visité a la BACKakademie de Katz. Y es lo que quería contarte hoy. ¿Pero por qué hacer otro curso de cocina? Pues fácil. Porque quiero saber lo que como. De donde viene y quien lo hace. ¿O es que tú no?
Así que entre escéptica y muy agotada fui un día de perros a la Backademie. Y allí estaban ellos, Josef Feuerstein (Produktionsleiter Backstube – jefe producción), Thomas Feuerstein (Tagschichtleiter Produktion – jefe de producción de día), Fee Kallas (Projektmanagement – gestión de proyectos).
Una vez repartidos los puestos, las primeras instrucciones y las presentaciones rigor, comienza el curso. Como nos movemos dice mucho de nosotros y ellos tres tienen una coreografía tan perfecta como amena. En un ambiente encantador, nadie intenta ser el primer violín y todo funciona a la perfección. Pendientes en todo momento de cada detalle y de cada persona. Una mezcla entre pasión y amor por lo que hacen. Y la capacidad de poder transmitirlo. Un placer verles trabajar juntos.
Y por fin se obra el milagro y me olvido de todo. De la mierda de día, del atasco, de la fiebre nocturna, del madrugón. Hasta la noche en vela se me olvida. Y empiezo a disfrutar.
Mis manos mezclan, pesan, enharinan, amasan, dan forma, comprueban temperatura, prueban la masa. De todo. Mi mente se relaja y yo con ella…y puedo abrir los ojos y me fijo en los detalles. ¡En todos! Qué sitio tan precioso y yo me lo estaba perdiendo.
¡Y aprendo! ¡Y vaya si lo hago! Hasta podemos ver desde la pasarela la producción de donde saldrá mi pan. Si, ese que voy a desayunar bien tostadito y con un poco de aceite de oliva por encima. Ese mismo.
Ahora también sé quién mima mi pan. Quien cuida con celo las masas, quien vela mientras yo duermo que todo tenga su orden. Que ocurra como siempre ha sido y como debe ser. Que todo tenga su momento y su lugar. Quien custodia que mi Bürli se tueste pero no se queme, que mi Konrad tenga su personalidad única, que mi Rosi me sonría todas las mañanas desde la vitrina y que cada Brezel sea una pieza única.
En esta cultura de la inmediatez que nos ha tocado vivir, donde todo tiene que estar listo para ayer, resulta reconfortante saber que alguien hace de la paciencia un arte y de la calidad un tesoro. Que cuida los detalles. Que adora lo que hace.
Finalmente agotada pero muy feliz me voy a mi casa y cuando llego, alguien me susurra muy bajito al oído «humm, hueles a pan recién hecho». «Esto es amor, quien lo probó lo sabe«… Y yo, deseando repetir. Disculpa que no tenga fotos, es que estaba disfrutando 🙂
¿Qué?: Cursos de pan y bollería, sobre diferentes temáticas como Brezel, süsse Zöpfe (pan dulce trenzado), Ciabatta (pan chapata) y también según la época del año, como Plätzchen (galletas de navidad)
¿Dónde?: BACKakademie Katz, KATZ der bäcker GmbH, Planckstraße 33, 71665 Vaihingen an der Enz.
También puedes pasar por allí a tomar un café o desayunar. ¡El edificio es precioso y está todo super rico! Disfruta mucho.
¿Cuándo?: Aquí-Backkurse puedes consultar los cursos y sus fechas
¿Qué más?: Aquí-Backschule puedes consultar más detalles sobre la escuela