Reconozco que lo mío con Bubbles, fue un amor a primera vista. Quería contártelo hace ya tiempo y creo que precisamente hoy, cuando Bubbles cumple 10 años de andadura, es el momento perfecto… y Bubbles es además el lugar perfecto.
Recuerdo entrar un sábado, pedir un cortado, sentarme y de repente tener esa sensación de «angekommen zu sein». Me pareció volver a esa serie de hace mucho mucho tiempo «Cheers», donde al bar no entraban clientes, si no amigos. Todo el mundo se conocía por el nombre y Sam Malone (el dueño del bar) sabía perfectamente que iba a tomar cada uno de ellos sin necesidad de preguntar.
Esa sensación de cercanía que tanto echo de menos aquí. Eso de «Hombre moza, cómo vamos hoy? te pongo lo de siempre (sonrisa incluida)?». Eso, lo encontré allí. Y por esa razón (y por su fantástico café) siempre vuelvo. «Sometimes you want to go, where everybody knows your name, and they’re always glad you came…»
Qué me gusta de Bubbles? Ya sabes que yo soy super objetiva. TODO! Me gusta la decoración, el servicio tan atento, el ambiente, los dueños (Joxe y Brishit son un encanto!) el café super rico- que por cierto ellos mismos tuestan (toma ya!). Aquí, todo está delicioso. La máquina de café es toda una declaración de intenciones. La ves, y sabes que te vas a tomar un café de verdad, un buen café. Pero sobre todo me gusta el mimo con el que Joxe y Brishit preparan todos y cada uno de ellos, como si fuera el primero del día… y la galletita que siempre le acompaña!! Las tartas y dulces son de la casa «Hier, backt die Chefin», todo un lujazo.
Es un sitio para disfrutar de un exquisito café, o un chocolate o un té…, para desayunar, simplemente para estar y observar, para ver pasar el tiempo, las estaciones, para coger aire y continuar el camino, para ir con niños… Si, también para ir con niños. «Esos locos bajitos», que diría Gila, le dan mucha más vida y encanto al lugar. Ellos juegan tranquilos, educadamente, sin gritar, sin molestar, están a sus cosas. Simplemente disfrutan de la vida, porque a éso, a disfrutar también hay que aprender desde pequeños. Y Bubbles es para eso, la mejor escuela. Nos vemos allí 🙂
Bubbles: Mathildenstraße 21, 71638 Ludwigsburg
Horario: De lunes a jueves: 07.00 – 15.30h. Viernes 07.00 – 12.00h. Sábado 09.00 – 14.00h (1. sábado de mes cerrado). Domingo cerrado.
Tiene muy buena pinta. Me lo apunto! 🙂
Hola Rocío
me alegro mucho!! Espero que te guste tanto como a mi. Ya me contarás
Cuídate mucho
Hallo Cristina,
das ist ein echt toller Post. Ich bin schon so oft an dem Café vorbeigelaufen, aber noch nie reingegangen. Das wird sich jetzt ändern. Wenn ich das nächste Mal in Ludwigsburg bin, werde ich das Café auf jeden Fall ausprobieren! 🙂
LG Johanna
Hallo liebe Johanna,
schön von Dir zu lesen 🙂 Ja, das ist eine Tolle Idee, genieß den Kaffee
Macht’s gut und viele grüße
Cristina